Cómo pasó José Alperovich sus primera horas en la cárcel de Ezeiza tras ser condenado a 16 años de prisión

El ex gobernador de Tucumán está detenido en el Centro Penitenciario N° 1 de Ezeiza. Esta mañana lo visitaron sus hijos. Esta mañana defensa hizo un pedido de excarcelación pero el juez Ramos Padilla ya se lo rechazó.

Fue anoche que José Alperovich supo el peso de un chaleco antibalas en su cuerpo. Salió sin esposas de la sala de audiencias, a pedido del juez Juan María Ramos Padilla (71), luego de escuchar el veredicto condenatorio y orden de prisión preventiva. Pero no escapó a la formalidad cuando intervino el Servicio Penitenciario Federal (SPF), que lo subió a una combi para su traslado. Ya no tenía la corbata azul con la que esperó todo el día. Tampoco el saco del traje que eligió para escuchar su destino.

Alperovich se fue preso y pasó su primera noche en la cárcel. Fue trasladado al Complejo Penitenciario Federal N°1, más conocido como la cárcel de Ezeiza, el penal más grande del país.

Tiene capacidad para 2.200 personas en seis módulos. La primera noche, el ex gobernador y ex senador tucumano la pasó en la unidad de ingreso y Hospital Penitenciario Central.

No está claro si ya fue trasladado a un pabellón o si todavía definen adónde pasará sus días. Algunos rumores hicieron referencia a que sería trasladado la unidad de condenados por delitos sexuales, aunque también podría permanecer en el sector destinado a personas mayores.

Este Miércoles por la mañana, en el horario de visita, sus hijos Sara, Mariana, Gabriel y Daniel Alperovich se acercaron al penal con bolsas y valijas para entregar al ex senador.

Mariana Alperovich dijo antes de entrar: «Es todo mentira y la verdad va a salir a la luz». También aseguró estar «viviendo el peor momento que puede pasar alguien cuando es algo falso y es algo injusto». E insistió: «Esto es tremendo. Estamos muy unidos como familia, tanto mi mamá como nosotros como hijos».

La suerte estaba echada luego de que Ramos Padilla, juez unipersonal del Tribunal Oral N° 29, reanudara el juicio a las 13 y anunciara su deliberación hasta las 20. Durante esas siete horas, Alperovich esperó con custodia policial (la habían ordenado desde los alegatos, el 10 de Junio) en la sala de un tribunal cercano. No pudo salir ni dejar el edificio de la calle Paraguay al 1500.

Alrededor de las 16, personal del SPF se sumó a la custodia y los indicios parecían acumularse. Quizá por eso, cuando el juez Ramos Padilla leyó «resuelvo condenar a José Jorge Alperovich por ser considerado autor penalmente responsable de los delitos de abuso sexual simple reiterado en tres oportunidades (hechos 1, 3 y 5), los últimos dos cometidos en grado de tentativa, y otros seis sucesos de violencia sexual agravados, en todos los casos, mediando para su comisión abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad, todos estos en concurso real entre sí, a la pena de 16 años de prisión», no pareció sorprenderse.

La sala se mantuvo en silencio. El tucumano apenas llegó a secarse una lágrima y se mantuvo, como durante toda la lectura, cabizbajo, sosteniendo con fuerza la medalla con un texto en hebreo que (dijo) le regaló a alguien el rabino Menachem Mendel Schneerson, más conocido como Rebe.

Alrededor de la medianoche Alperovich llegó a Ezeiza, donde le realizaron el fichaje de rigor y esperó hasta hoy la visita de su familia.

Augusto Garrido, abogado defensor de Alperovich, dijo: «No creo que el juez cambie de opinión en 24 horas». Por eso analizaba solicitar, de acuerdo al Código Procesal Penal Federal que aplica a la Justicia nacional, algunas alternativas como entrega de documentos, prisión domiciliaria y tobillera electrónica.

El pedido de excarcelación fue presentado alrededor de las 13:30 y tanto el fiscal Sandro Abraldes y la querella, representada por Carolina Cymerman, se opusieron al pedido bajo argumentos «esgrimidos durante los alegatos».

Antes de las 16, el juez ya lo había rechazado. En su escrito, además, argumentó en respuesta a la situación de salud de Alperovich que mencionó la defensa: «En el día de la fecha se ordenó un riguroso exámen clínico, médico, psicológico y psiquiátrico cuyos informes deberán ser remitidos a este tribunal».

Alperovich tiene 69 años y en Abril del año que viene cumple 70. De acuerdo a lo que establece el código, puede solicitar la prisión domiciliaria llegada esa instancia.

Hipertensión, una operación lumbar y otras patologías serían algunas de las argumentaciones de la defensa para solicitar que el tucumano se instale en alguna de sus 50 propiedades declaradas con una tobillera electrónica.

«La recuperación que viene transitando M.F.L. podría verse afectada, al sentir que su agresor no enfrenta las consecuencias adecuadas por sus acciones, todo lo cual podría implicarle un estado de ansiedad y temor, tanto por su seguridad como por su tranquilidad», manifestó Ramos Padilla al rechazar el pedido de la defensa.

Y siguió: «Tampoco puedo dejar de tener en cuenta las extrañas pero suspicaces circunstancias ocurridas incluso durante el debate. Recuérdese que durante su desarrollo también recibió agresiones: una llamada efectuada por un testigo el día antes de que éste viniera a declarar, la formulación de imputaciones a su conducta por parte de diversos testigos y también de su agresor, y diversas difamaciones que, sin duda, extienden el sufrimiento y obviamente no ayudan a su recuperación a partir de una constante revictimización»

En esa misma línea, dijo «no poder ignorar» el daño que la presencia del condenado en la provincia de Tucumán podría causar a la víctima.

Así las cosas, con la decisión de Ramos Padilla, las próximas semanas Alperovich seguirá en la cárcel, al menos hasta que la Cámara de Casación resuelva futuros posibles pedidos.

Recién el 16 de Agosto estarán disponibles los fundamentos del fallo. Al menos hasta ese momento, la defensa no podrá apelar la sentencia, a la cuestión de fondo, para que la Cámara de Casación confirme o desestime la sentencia en primera instancia.

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